Las células de Langerhans son un tipo de células dendríticas que se encuentran de manera abundante en la epidermis. Contienen grandes gránulos llamados gránulos de Birbeck.
Estas células derivan de la médula ósea y residen habitualmente en los epitelios escamosos estratificados. En la piel, están localizadas comúnmente a nivel suprabasal y constituyen aproximadamente el 3 a 4 por ciento de las células epidérmicas.
Descritas por primera vez por el entonces estudiante de Medicina Paul Langerhans en 1868, estas células fueron consideradas parte del sistema nervioso. Posteriormente se las catalogó como grandes macrófagos. Actualmente se sabe que es la única célula epidérmica que posee marcadores de superficie característicos de las células inmunocompetentes.
Intervienen en la respuestas inflamatorias de la piel, participando activamente en la fase de inmunoestimulación de la respuesta inmunitaria a través de su interacción con los linfocitos T, la cual ocurre en los órganos linfoides secundarios.
Las células de Langerhans, durante el desarrollo de la respuesta inmunitaria, pueden generar tres tipos de señales:
- Señal 1. Factores asociados con captura, procesamiento y asociación a moléculas del complejo principal de histocompatibilidad (MHC-II).
- Señal 2. Factores asociados con presentación antigénica como por ejemplo las moléculas de adhesión y coestimulación.
- Señal 3. Factores asociados con la inmunidad local como son la migración y el anidamiento, con su producción de citocinas, quimiocinas, y receptores a componentes de la matriz extracelular.
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